Visitas de líderes religiosos tienen impacto limitado en un pueblo en crisis Blancarte Pimentel

Concluye 2º Encuentro Internacional la Izquierda Democrática, realizado en el Paraninfo Enrique Díaz de León

Un pueblo con crisis ya no se conforma con visitas de líderes religiosos, porque son insuficientes y tienen un impacto limitado. Hay transformaciones más importantes que no necesariamente significan desaparición de lo religioso, pero sí constituyen formas diversas de vivir la vida. Algunos líderes religiosos se dan cuenta que deben adaptar las formas de creer a las formas de vivir, afirmó el doctor en Historia y Civilizaciones, Roberto Blancarte Pimentel, investigador asociado del Grupo Sociedades, Religiones, Laicidades (GSRL), de la Escuela Práctica de Altos Estudios, de París.
 
El también profesor e investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, indicó que dentro de las creencias hay transformaciones que se notan en una menor adhesión a formas institucionalizadas. En el caso específico del catolicismo, afirmó que existe una forma de creer, que es la que Roma, el Vaticano, quisiera uniformar, pero la realidad es que los católicos creen cada uno como quiere hacerlo y no necesariamente de la misma manera que pretende Roma. Los católicos de Oaxaca y Japón, por ejemplo, no comparten la misma concepción del mundo.
 
Roberto Blancarte Pimentel participó en el 2º Encuentro Internacional la izquierda Democrática México 2016, que tuvo como sede el Paraninfo Enrique Díaz de León, de la Universidad de Guadalajara. El ponente habló sobre occidente y sus enemigos. Destacó que no necesariamente éstos provienen de Oriente.
 
Hay mexicanos, salvadoreños y franceses en contra de los valores de occidente y no tienen nada de extraño en sus sociedades, sino que se anclan en valores tradicionales, ultraconservadores y antimodernos para rechazar lo que la modernidad significa. “Por eso hay un rechazo al darwinismo en algunos lugares de Estados Unidos, al sistema democrático en muchos lugares del mundo y rechazo a que la gente pueda pensar y ser de maneras distintas, que pueda haber homosexuales que quieran los mismos derechos que otros ciudadanos; que las mujeres puedan tener las mismas oportunidades. Se trata de gente que todavía vive en la premodernidad”.
 
Estas personas antimodernas con sus acciones provocan una desestabilización, pero no alcanzan a revertir el sistema, porque no representan una propuesta alternativa, sino que constituyen un regreso al pasado.
 
Aseveró que el mundo occidental está cayendo en posturas vergonzantes y entreguistas en término de lo que representa la cultura. Por ejemplo, en Italia, ante la visita del presidente de Irán, cubrieron algunas de las estatuas desnudas en algunos museos. “Eso es ridículo y absurdo, porque es negar la propia cultura, es querer ocultarla para que no la vean. Otro caso fue el de Austria, donde detuvieron una ópera de Mozart porque se mofaba de los musulmanes. Esos detalles muestran formas absurdas de comprender los valores y principios básicos de cualquier forma de convivencia”.
 
 
AT E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 27 de enero 2016
 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga