Recibe Mariela Castro el Premio Maguey por su activismo en favor de la comunidad LGBT

La hija del presidente cubano Raúl Castro ha emprendido una lucha de inclusión en la isla, derrumbando añejos prejuicios machistas

Por su labor en favor de la comunidad LGBT (Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual), el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 32), entregó a la política y sexóloga cubana Mariela Castro Espín, el premio Maguey Activista.
 
En una conferencia realizada en el Teatro Vivían Blumenthal, Mariela Castro ((La Habana, Cuba, 27 de julio de 1962), relató que desde un principio, supo que luchar por los derechos de la comunidad LGBT en una nación machista como Cuba, no sería fácil. Pero una revolución que no logra cambios culturales profundos, incluyendo a las minorías, "es una revolución que se queda a la mitad", aseguró.
 
Fue precisamente la filosofía marxista y leninista la que dijo le convenció que los prejuicios homofóbicos deben de superarse, pues no son coherentes con un proyecto revolucionario emancipador.
 
Mariela Casto se embarcó en esta lucha social a través de la educación y la sensibilización por medio de las artes, y de esta forma buscó incorporar a la comunidad LGBT en la aceptación social.
 
Afirmó que no es fácil ser mujer en un mundo patriarcal, y es más complicado cuando se es hija de una figura histórica de la revolución, pues no faltaron quienes la satanizaron y tacharon sus actividades como contrarias a la Revolución.
 
Relató que en el año 2000 asumió la dirección del Centro Nacional de Educación Sexual y comenzó a diseñar una estrategia, escuchando la voz de los transexuales cubanos, pues está convencida que debe escucharse a quienes sufren de la problemática.
 
A través de esa organización hoy hay 3 mil activistas en Cuba abanderando las causas de la diversidad.
 
"No tiene sentido que te centres en tu lucha de manera egoísta. Hay una intersección en todo esto. La misma persona que sufre discriminación por ser homosexual, también lo sufre por ser pobre, o por ser musulmán, o por su color de piel, o porque vive en el campo", indicó.
 
Apuntó que las políticas públicas no deben copiarse de país a país, porque lo que funciona en una sociedad no tiene garantía de tener éxito en otra. Por ello, no copió el modelo del Gay Pride, además de que no quería que la comunidad LGBT fuera vista desde lo carnavalesco y la caricatura, sino desde un enfoque profesional que priorice su dignidad.
 
"En los procesos históricos los cambios no se dan de un día para otro. Y eso lo escribió Marx. Por ello, tratando de hacer capitalismo se siguen reproduciendo mecanismos de la sociedad feudal y esclavista. Y tratando de hacer socialismo, se vuelve a reproducir lo aprendido históricamente en las sociedades de dominación y explotación. Todo ese tipo de cosas hay que trabajar y visibilizar contradicciones para hacer cambios", afirmó.
 
Y respecto al motivo por el cual en Cuba no se ha logrado legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, Mariela Castro indicó que, si bien, es una meta, no es el único objetivo: " la meta principal es la igualdad de oportunidades".
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal.,
11 de marzo 2017
 
Texto: Julio Ríos
Fotografía: David Valdovinos