Hacen un llamado a actuar con humanidad, compasión y respeto ante crisis migratoria mundial

La Asociación Mundial de Psiquiatría Cultural emite una declaración respaldada por la UdeG a través del Hospital Civil, CUCosta, CUCS y CULagos

A finales de 2014 había 19.5 millones de refugiados en todo el mundo, la mitad eran niños. En el mismo año, 1.66 millones de personas solicitaron asilo y la cifra se convirtió en la más alta registrada. El mayor receptor fue la Federación Rusa con un estimado de 274 mil 700 solicitudes.
 
Lo anterior son datos de la Declaración sobre la crisis migratoria mundial, suscrita en días pasados por la Asociación Mundial de Psiquiatría Cultural durante el IV Congreso Mundial de Psiquiatría Cultural y respaldada por la Universidad de Guadalajara a través del Hospital Civil de Guadalajara, el Centro Universitario de la Costa (CUCosta), el de Ciencias de la Salud (CUCS) y el de los Lagos (CULagos).
 
El presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría Cultural y médico adscrito al Servicio de Psiquiatría del Antiguo Hospital Civil, doctor Sergio Villaseñor Bayardo, explicó que la Declaración tiene “la esperanza de que pueda influir en los tomadores de decisiones en el mundo para que no cierren las puertas y respeten los derechos humanos de todos estos millones de personas que se van en busca de rescatar su vida y no ser asesinados en sus propios países”.
 
Por su parte, el director del Hospital Civil de Guadalajara, doctor Héctor Raúl Pérez Gómez, refirió que la crisis migratoria mundial es un fenómeno que afecta no sólo la salud mental sino la física.
 
“Sabemos que las comunidades desplazadas, de migrantes o apátridas pierden su identidad cultural. Las personas presentan trastornos nutricios por el desplazamiento, violencia o exposición a drogas, enfermedades por lesiones o infecciosas. Todo este fenómeno afecta no sólo a estos grupos de personas sino a las poblaciones receptoras”.
 
Informó que en los hospitales universitarios atienden cada mes de cuatro a cinco migrantes por traumatismos o lesiones, enfermedades diarreicas y algunos llegan con VIH u otras infecciones como tuberculosis.
 
No obstante,  las personas desplazadas pueden llegar a presentar ansiedad y depresión, trastornos de adaptación y por estrés postraumático, a decir de Villaseñor Bayardo: “Hay mucho daño a la estructura psíquica. Estas personas requieren asistencia médica general, psicológica y psiquiátrica en el momento prudente, además de una correcta alimentación. No darles no solo un refugio sino atención”.
 
Por lo anterior, la Declaración llama a los gobiernos “a respetar, mantener y administrar la Convención de Refugiados de las Naciones Unidas (1951) con equidad y prontitud”, a actuar con humanidad, compasión y respeto, así como promover la protección de la dignidad individual cultural, religiosa y espiritual.
 
A través de la Asociación Mundial de Psiquiatría Cultural, esta Declaración sobre la crisis migratoria mundial está siendo reproducida en por lo menos una veintena de países como Rusia, Francia, España, China, Kenia, Inglaterra y Alemania, entre otros.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 22 de noviembre 2015

 
Texto: Wendy Aceves
Fotografía: Internet